Déjenme compartirles esta corta reflexión ... la hice aprovechando las tres horas y treinta minutos en un viaje hacia Boston. En los evangelios, se menciona la historia de cuatro hombres ricos, cada uno tuvo su oportunidad de alcanzar la eternidad y haber gozado también de las mansiones celestiales, pero solo uno la alcanzó, permítanme compartirle una por una.
PRIMER RICO:
Es una historia por cierto muy bonita, la de un joven rico muy religioso. El había tenido el privilegio de ser judío y a la vez haber nacido de familia rica, de la cual heredó su fortuna. A pesar de haber sido muy rico, tuvo una vida impresionantemente ejemplar, pues desde su niñez guardó todos los mandamientos de Dios, leamos la historia:
Un dignatario le preguntó, diciendo: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino solo Dios. 20 Los mandamientos sabes: No adulterarás; no matarás; no hurtarás; no dirás falso testimonio; honra a tu padre y a tu madre. Él dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. Al oír esto, Jesús le dijo: Aún te falta una cosa:
vende todo lo que tienes y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme. Entonces él, oyendo esto, se puso muy triste porque era muy rico. Al ver Jesús que se había entristecido mucho, dijo: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! 25 Porque es más fácil que pase un camello por el ojo de una aguja que un rico entre en el reino de Dios. Lucas 18:18-25.
Este joven rico, estuvo completamente muy cerca del reino de los cielos, pero en lo profundo de su corazón amaba más sus riquezas que al Altísimo mismo, pues si hubiera sido cierto que guardaba de verdad el primer mandamiento, nunca hubiera tenido problemas en deshacerse de sus riquezas y seguir al Señor.
SEGUNDO RICO:
El segundo rico, se trata de un acaudalado materialista, que solo pensaba en sus impresionantes fortunas, y en el gran éxito de su extraordinaria cosecha tanto que se construyo unos impresionantes graneros para almacenar sus granos que le aseguraban esa extraordinaria riqueza, pero esa misma noche vino una voz y le dijo:
Necio hoy mismo vienen por tu alma ¿y lo que has provisto de quien será?
Hoy en día hay miles de ricos materialistas, nunca pasa por sus mentes que esta misma noche pueden morir y que nada se llevaran: Leamos la historia:
También les refirió una parábola, diciendo:
«La heredad de un hombre rico había producido mucho. 17 Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo donde guardar mis frutos?. 18 Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros y los edificaré más grandes, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; 19 y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; descansa, come, bebe y regocíjate . 20 Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma, y lo que has guardado, ¿de quién será?. 21 Así es el que hace para sí tesoro y no es rico para con Dios». Lucas 12:16-21.
TERCER RICO:
El tercer rico, es presentado en la eternidad, pero sin Dios, sin fe y sin esperanza, la historia dice que sus días, solo vivió para darse la gran vida en placeres y grandes comilonas, al igual que el materialista, nunca quiso pensar en la eternidad, aunque si conocía por el relato y por la suplica, conocía perfectamente bien la palabra del Señor, pues en el infierno, suplica que se les mande a predicar la palabra a sus hermanos.
Nota que en la época del Señor Jesús se le llamaba al antiguo testamento, como el libro de Moisés y los Profetas. Este rico tubo múltiples oportunidades de haber vivido una vida justa delante de Dios, y posiblemente el Señor le dio múltiples de oportunidades, pero él nunca quiso aprovecharlas, leamos la historia:
Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino y hacía cada día banquete con esplendidez. Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquel, lleno de llagas, y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas.
Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. En el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Entonces, gritando, dijo:
Padre Abraham, ten misericordia de mí y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua y refresque mi lengua, porque estoy atormentado en esta llama. Pero Abraham le dijo:
Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro, males; pero ahora este es consolado aquí, y tú atormentado. Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quieran pasar de aquí a vosotros no pueden, ni de allá pasar acá. Entonces le dijo:
Te ruego, pues, padre, que lo envíes a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les testifique a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento. Abraham le dijo:
A Moisés y a los Profetas tienen; ¡que los oigan a ellos!. Él entonces dijo:
No, padre Abraham; pero si alguno de los muertos va a ellos, se arrepentirán. Pero Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los Profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levante de los muertos. Lucas 16:19-31.
EL CUARTO RICO:
La historia del cuarto rico, no solo es la mas linda, es también la que mejor muestra un corazón para Dios. Miles de predicadores a lo largo de los dos mil años, se han inspirado en esta historia, de hecho a mi le gusta mucho predicar de vez en cuando esta linda historia, hasta he estado muchas horas, en el pueblo de Jericó junto a un viejo sicomoro recordando esta linda historia. Se le conoce con nombre de Zaqueo. Fue un judío experto en los negocios, y con sus habilidades, se hizo de fortuna, aunque esas habilidades, fueron mal usadas, para hacerse de dinero a cualquier costo, en este caso, y posiblemente haciendo fraude en los impuestos que cobraba a sus coterráneos, por eso lo aborrecían mucho.
Pero este hombre aunque de baja estatura, tenía un gran corazón, era malo, porque nadie le había compartido el gran amor de Dios, los mismos líderes religiosos, posiblemente siempre se acercaron a él, pero solo para sacar ventaja y luego lo despreciaban como una persona abominable, hasta aquel día en que entró en su casa el famoso Rabino de Galilea, el Señor Jesucristo.
Zaqueo estaba tan contento porque el Gran Rabino de Galilea había entrado en su casa, que de inmediato mostró un cambio profundo. Era la prueba que él necesitaba desde hace mucho tiempo del gran amor de Dios. Ese día, el gran amor de Dios, había llegado a su casa, y ese gran amor de Dios, fue la presencia del mismísimo hijo de Dios, quien le dijo:
Hoy a llegado la salvación a tu casa.
A lo mejor usted conoce a muchas personas importantes o de dinero, y solo te has acercado para ver si puedes sacar algún provecho de él; te insto a que de aquí en adelante no dejes pasar ni un solo momento más y compártele del gran amor de Dios, si se burla, será como los otros ricos, si te agradece, hay una gran esperanza para él, y de inmediato preséntale al Señor Jesús.
LEAMOS SU HISTORIA:
Habiendo entrado Jesús en Jericó, iba pasando por la ciudad. Y sucedió que un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico, procuraba ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura. Y, corriendo delante, se subió a un sicómoro para verlo, porque había de pasar por allí. Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba lo vio, y le dijo:
Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que me hospede en tu casa. Entonces él descendió aprisa y lo recibió gozoso. Al ver esto, todos murmuraban, diciendo que había entrado a hospedarse en casa de un hombre pecador. Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor:
Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguien, se lo devuelvo cuadruplicado. Jesús le dijo:
Hoy ha venido la salvación a esta casa, por cuanto él también es hijo de Abraham, porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
Lucas 19:1-10.
Zaqueo hoy en día está en la presencia del Señor. Mientras que los otros tres ricos están en la eternidad sin Dios y sin esperanza, lamentándose sin remedio.
Hagan ustedes sus propias conclusiones y compártanla para bendición con otros.