¿Es la religión el opio del pueblo?

Raul Fierro

FOTO: Uno de los dioses del comunismo (Lenin)

Carlos Marx, que en su maldad, con injusticia calumnió a Dios, achacándole los efectos adormecedores de la religión falsa, llenó el mundo de ídolos perversos, tales como Stalin, Mao Tse-Tung, Honecker ... vean esta lista del genocidio comunista:

http://www.aguadadepasajeros.bravep[....]disticas/victimas_del_comunismo.ht m

La religión verdadera, de la cual el Señor Jesucristo es su representante, es sin mácula.

Ahora, la religión falsa no solo es el opio del pueblo, sino la raíz de todos los males sobre la tierra, incluso del comunismo. Para entender eso, solo hay que leer Apocalipsis 17, donde ésta religión falsa, denominada "Babilonia la grande" es comparada con una ramera, la cual fornica con todos los gobernantes de la tierra, y da de beber su asqueroso vino de fornicación a sus habitantes, los cuales no tienen empacho en beberlo ... GOBERNANTES Y GOBERNADOS, esa es la verdad, pues EL PECADO no respeta posición social ni de gobierno !!!

Esto no lo sabía Marx ... ¿o sí ??? ...

APOCALIPSIS 17
 
1 Vino entonces uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, y habló conmigo diciéndome: Ven acá, y te mostraré la sentencia contra la gran ramera, la que está sentada sobre muchas aguas; 2 con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los moradores de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación. 3 Y me llevó en el Espíritu al desierto; y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia, que tenía siete cabezas y diez cuernos. 4 Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro de piedras preciosas y de perlas, y tenía en la mano un cáliz de oro lleno de abominaciones y de la inmundicia de su fornicación; 5 y en su frente un nombre escrito, un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA. 6 Vi a la mujer ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús; y cuando la vi, quedé asombrado con gran asombro.

Esta es la descripción de la situación que vive el mundo, y que Carlos Marx quiso ignorar voluntariamente, como veremos mas adelante.

No la habría podido tampoco entender, pues su visión apuntaba a lo exterior, y su solución era la abolición de la "propiedad burguesa", las clases sociales y el Estado, sin tampoco esbozar un ordenamiento razonable de la sociedad, lo cual dio inicio a grandes maldades políticas, la implantación de una dictadura brutal, y un agravante al caos existente en el mundo. 

Y es que hay algunos que se creen inocentes y superiores, pero ... aquí tenemos a uno de sus seguidores, un ateo confeso, que fluctuó entre la falsa religión y la incredulidad, Hugo Chavez, ex presidente de Venezuela:

Luego dijo que no hay un mundo mas allá ...

Algunos se dicen ser ateos, pero se casan "por la iglesia", otros llaman al "curita" cuando están enfermos ... están bebiendo la mentira.

Marx no quería un estado gobernando sobre el indi­viduo, sin entender que el Estado es solo una herramienta del ordenamiento social y político, y que el mal no estaba en el Estado, sino en los que detentaban el poder. El quería una hermandad perpetua y universal, pero sus ideas dieron inicio a otro abuso mas en contra de "la hermandad" a quien decía querer rescatar ... el comunismo.

Para que las masas puedan lograr "la felicidad", se necesita ir más allá de la derrocación del capita­lismo, decía. Marx escribe: "La abolición de la religión como felicidad ilusoria del hombre es un requi­sito para la verdadera felicidad".

El quería arrancar por la fuerza lo que no entendía, confundiendo a los falsos profetas y las falsas religiones, con los cristalinos y vivificantes mandamientos divinos.

¿Y cuales son los mandamientos de Dios ??? ... ¿qué dicen ???

... cada uno saque sus propias conclusiones.

Los mandamientos del Señor son intachables, y el querer eliminarlos por la fuerza, es la razón del mal y la corrupción en la tierra.

El beber el vino de la religión falsa, cualquiera que ella sea, enceguece al hombre, con falsos fundamentos y creencias que le llevan a la idolatría, la hipocresía y al error.

Pero es una calumnia a Dios, sin perdón, confundir la leche verdadera con la adulterada, ya que la palabra religión significa: "culto a Dios", y no podemos negar que exista el verdadero culto, aunque sean pocos los que lo practican, porque esto está en concordancia con los Escritos Sagrados, pues:
 
"Muchos son los llamados, pero pocos los escogidos".

Y permítaseme aquí aclarar, que los escogidos no son pocos por que Dios es malo, sino porque son pocos los que eligen la justicia. Marx no puede hacer elegir la justicia por la fuerza, siendo él injusto y sujeto a error, hoy sabemos mejor el porqué, pues mientras los supuestos regímenes comunistas se han venido abajo en forma estrepitosa, también tenemos a otros que aún están en pie, para verguenza perpetua de sus autores intelectuales.

La religión es el opio del pueblo, esa es una frase acuñada por Carlos Marx, precursor de una dictadura brutal, llamada " la dictadura del proletariado", cuyos frutos bien conocemos, y al igual que todos los sistemas humanos, no han podido dar solución al verdadero problema del hombre ... el pecado, la desobediencia a Dios y sus principios, lo que trae como consecuencia la corrupción y la muerte.

Esta dictadura está basada en conceptos erroneos que nos pueden hacer creer que los pobres serían mejores que los ricos. Pero muchos pobres que han llegado a tener dinero, muchas veces han pasado a la historia como practicantes de grandes crueldades. Marx leía muy mal las Escrituras, si es que las leía, pues el mal del hombre está en su corazón. Por mas que cambiemos el sistema, mientras el hombre no cambie por dentro, no habrá un cambio real.

El sistema político humano no es mas que un corral para el cerdo, el cual estará alejado del barro tanto como las rejas se lo impidan, pero a la mas mínima oportunidad de escape, correrá al barro. En esto no pensó Marx ... ¿o sí ??? ...

Nuestro Maestro, Jesucristo, nos aclara:

MATEO 15:19

19 Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias.

¿Qué es lo que se anidaba en el corazón de Marx ??? ... Carlos Marx, al observar la injusticia reinante, amparado en "presuntos" sentimientos de justicia, pero ignorante de los verdaderos principios de la verdad, engañado por su corazón, apuntó a cambios exteriores por la fuerza, los cuales propiciaban logros temporales en cuanto a las relaciones de trabajo entre los detentadores del poder y los asalariados, sin embargo las consecuencias las pagaron millones que fueron sometidos a un cruel poder dictatorial, no solamente en la Unión Soviética, sino hasta hoy, en la brutal dictadura de Pekin, en Corea del norte, en Cuba. Les daremos de comer, PERO, tendrán que hacer lo que el "Estado" determine, Estado que pretendía abolir, pero que solo cambio de dueño.

El error está en la raíz de su pensamiento, pues es en detreñimiento de los principios de vida espiritual dados por Dios.

Con esto, no estamos justificando en ninguna manera la conducta de los que tienen el poder económico sobre la tierra, los que añaden a sus riquezas, los pulmones de los que para satisfacer sus necesidades primarias, sudan la frente para ganar el pan.

A estos advirtió Cristo:

MARCOS 10:23

23 Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos:

¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!

24 Los discípulos se asombraron de sus palabras; pero Jesús, respondiendo, volvió a decirles:

Hijos, ¡cuán difícil les es entrar en el reino de Dios, a los que confían en las riquezas!

25 Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios.

Para entender mejor, continuamos citando lo escrito por los apóstoles inspirados por Dios:

19 Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; 20 porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios. 21 Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.

22 Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. 23 Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. 24 Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. 25 Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.

26 Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana.
27 La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo.

... si alguno se cree religioso ... Visite a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo ... esa es la religión de Dios, apartarse del mal, y practicar la justicia.

Algo que la gente no conoce de Karl Marx, es que él escribió otros libros, entre ellos:

Oulanem Quiere Venganza

Recordemos que Marx comenzó como creyente cristiano.

Cuando terminó la enseñanza superior, lo que sigue fue escrito en su certificado de graduación bajo el título "Conocimientos Religiosos":

"Su conocimiento de la fe y moral cristianas está bastante claro y bien fundado. También tiene cierto conocimiento de la historia de la Iglesia Cristiana".

Poco después que Marx recibió este certificado, algo misterioso sucedió en su vida: se volvió profunda y apasionadamente anti-religioso. Un nuevo Marx comenzó a emerger.

En una poesía escribe:

"Deseo vengarme de Aquel que gobierna en lo alto".

Así que estaba convencido de que hay Alguien que gobierna. El estaba en pleito con El. Sin embargo, Aquel en lo alto no le había hecho ningún daño. Marx pertenecía a una familia de relativamente buena posición. En su niñez no pasó hambre. Estaba mucho mejor que la mayoría de sus compañeros estudiantes.

¿Qué fue lo que produjo este odio terrible contra Dios?

No se conoce ningún motivo personal.

¿Estaba siendo acaso Karl Marx en esta declaración sencillamente el vocero de otro? ... En una edad en que todo joven normal tiene hermosos sueños de hacer el bien a otros y preparar una carrera para sí mismo, ¿por qué escribió estas líneas en su poema Invocación de un Desesperado?

Pues un dios ha arrebatado de mí todo
En la maldición y tormento del destino,
Todos sus mundos idos irrevocablemente
Solamente me resta la venganza.

Construiré mi trono en las alturas,
En una cumbre inmensa y fría.
Por su baluarte - supersticioso espanto.
Por su alguacil - la más negra agonía. 

Quien lo mire con ojos sanos,

Regresará mudo, con palidez mortal,
En garras de mortandad ciega y fría.
¡Que su felicidad prepare su tumba!

Las palabras "me construiré mi trono en las alturas" y la confesión que de quien se sienta en este trono sólo emana espanto y agonía, nos recuerda el orgulloso alarde de Lucifer:

"Subiré al Cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios levantaré mi trono". (Isaías 14:13)

Pero, ¿por qué desea Marx un trono tal? La respuesta se encuentra en un drama poco conocido que Marx también compuso durante sus años estudiantiles, titulado Oulanem.Para explicar el título necesitamos cierta digresión.

Existe una iglesia de Satanás. Uno de sus ritos es la misa negra, la cual recita a medianoche el sacerdote satanista. Colocan velas negras al revés en el candelabro. El sacerdote se viste con su ornada túnica, pero con el forro hacia afuera. Dice todo lo que se indica en el libro de oraciones, pero leyendo desde el final hacia el principio. Los nombres santos de Dios, Jesús y María, se leen a la inversa. Un crucifijo es colocado boca abajo o es pisoteado. El cuerpo de una mujer desnuda sirve de altar. Una ostia consagrada, robada de alguna iglesia e inscrita con el nombre de "Satanás" es usada en una parodia de la comunión. Durante la misa negra se quema una Biblia. Todos los pre­sentes prometen cometer los siete pecados capi­tales, según son enumerados en los catecismos católicos, y a nunca hacer ningún bien. Tras esto, sigue una orgía.

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La otra cara de Marx

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